martes, 26 de junio de 2007
A 5 AÑOS, DARIO Y MAXI PRESENTES.
Algunas imagenes de archivo
Estas líneas van como homenaje a Darío Santillán y Maximiliano Kosteky, que dieron sus vidas por un mundo mejor.
El 26 de junio de 2002 es el día en que Duhalde vio despedazarse sus esperanzas de continuar en el poder.
El 26 de junio de 2002 la familia Kosteky y la familia Santillán veían como sus hijos, luchadores sociales sensibles al dolor ajeno, eran asesinados por la fuerza policial.
En el marco del corte al puente Pueyrredon que une Capital Federal con la vecina Avellaneda, se llevo a cabo una de las peores represiones que sufrieron los movimientos sociales. Como saldo. Dos jóvenes muertos. La prensa gentil comenzó así su operativo de desinformación. Primero dejando “caer” distintos rumores sobre los hechos, uno de ellos decía que se habría tratado de un “ajuste de cuentas” entre grupos piqueteros antagónicos; luego ocultando la verdad de los hechos.
Casi sin quererlo los trabajadores de prensa que fueron testigos directos de estos actos tenían las fotos que involucrarían a los responsables, se acuerdan del comisario Franchiotti? De un tal oficial Quevedo?. Algunos están presos otros como el ministro de seguridad Juan José Álvarez y el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasoff no.
Ha corrido mucha agua debajo del puente, los muertos siempre los mismos.
El gran diario argentino, talvez como favor titulaba por esos días: “no se sabe aun quienes dispararon contra los piqueteros. La crisis causó 2 nuevas muertes”. El asunto principal es que si se sabia y este diario retraso la información verdadera, lo que su fotógrafo “pepe” Mateos vio y registro con su cámara. Como Franchiotti disparaba a quemarropa contra Darío Santillán en el hall de la estación Avellaneda. Clarín difundió las fotos del asesinato dos días después cuando ya la mentira infame no daba para más, un día después de la gran marcha en repudio de la represión. Que hubiese pasado si las fotos veían la luz ese mismo día?. Eso se habrán preguntado los editores de Clarín, los asesores de Duhalde, los centenares de comunicadores que trabajan para el gobierno?.
Mientras tanto, se corrían los rumores para que “el televidente, la gente” vaya creyendo que en realidad se trato de un enfrentamiento entre distintos grupos piqueteros, o luego utilizar la mentira de decir de qué se trato de un caso aislado, “de que Franchiotti era un policía con problemitas mentales y que actuó por la suya”.
Nada de esas infamias eran ciertas, una ves mas se trato de “confundir, desinformar, manejar la opinión publica” sobre un hecho grave.
Hoy, no estamos exentos de estos manejos de “la prensa independiente”; un poco más sutiles, talvez por los hechos mismos pero cuanto de los que no nos dicen saben?. Fue la presión de la “gente” la que los obligo a decir la verdad sin tergiversar los hechos. Y si no hubiese sido así, que hubiese pasado? Habrían metido preso a algún perejil?. Habrían decretado que fue un enfrentamiento interno de piqueteros?
Por suerte, siempre hay y habrá una cámara, un micrófono, una filmadora encendida.
Vaya desde acá un fraternal saludo a los periodistas que difundieron su material, (pepe Mateos, el fotógrafo independiente Sergio Kowaleski entre otros anónimos que estuvieron allí para fotografiar la verdad. Y de paso delatar a los grandes medios “gentiles” con el poder.
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