De la "primavera alfonsinista" al "gobierno de los derechos humanos"
de María del Carmen Verdú
En la escuela “Leopoldo Marechal” Juan Manuel de Rosas 5975 (Ruta 3 - Km 21,5)
Isidro Casanova
El libro de María del Carmen Verdú debería llamarse Las cosas por su nombre. La función que cumple la Correpi, desde los albores del retorno a la democracia burguesa, es la de una organización social que nos recuerda, todos los días, que los crímenes del Estado existen, aunque se los trate de ocultar bajo la alfombra de la libertad de empresa (“libertad de prensa”, según la versión de los medios mentirosos). Los asesinatos cometidos por el aparato estatal, desde el 10 de diciembre de 1983 a la fecha, suman 2.560. Cerca de la mitad de las víctimas, 1.067, murieron desde que asumió el gobierno que presume de ser “el de los derechos humanos”.
Todos nos hemos ido conformando mientras escuchábamos recitar el poema del “Nunca más”. La Correpi, y Verdú, nos recuerdan que la canción del poder dice “Todavía seguimos”. Y esa continuidad significa represión, detenciones arbitrarias, gatillo fácil, tortura seguida de muerte. La Masacre de Ingeniero Budge, ocurrida en mayo de 1987, marcó el comienzo del “gatillo fácil” en la consideración de la prensa argentina. Verdú nos recuerda en su libro que antes, en junio de 1985, había ocurrido la Masacre de Villa Albertina, cometida, como la de Budge, por las fuerzas policiales. Y va mucho más atrás. Nos habla de la Liga Patriótica, nos remonta a los asesinatos durante la llamada Semana Trágica, en los comienzos del siglo pasado y en el marco, también, de un gobierno constitucional.
Lenin ya había hablado, antes de la revolución de 1917, de la necesidad del poder de crear fuerzas armadas (policía y ejército), separadas del pueblo, para someter a los pueblos. Gastón Gori, en su libro “Vagos y malentretenidos”, desmenuza la ley represiva en la Argentina, cuyos inicios se remontan a la época de la colonia, siempre destinada a tener a los pobres como blanco permanente de las normas jurídicas dictadas y aplicadas por el poder real y sus agentes. Una historia que tiene continuidad en el país y que Verdú, y Correpi, vienen denunciando como nadie lo hace. Nos recuerdan a diario que los derechos humanos se defienden todos los días, todos los meses, todos los años.
Carlos Rodríguez, Página/12
Comprometida, apasionada, militante, fanática de aquello por lo que lucha y profundamente convencida de lo que hace, "la Verdú" es una abogada atípica. Difícil será ver una foto suya en un cómodo escritorio, con pisos alfombrados y libros prolijamente encuadernados a su espalda. Mucho más sencillo será encontarla entre calles de barro, rodeada de excluidos y vulnerables. "Represión en democracia" resume sólo parte de aquello por lo que no parece dispuesta a dejar de batallar.
Miguel Sintas, Telam.
Anticipo:
Breves comentarios de contratapa
El libro de María del Carmen Verdú es como una liberación, porque descubre los mecanismos de la dominación. Expone hechos y razonamientos con gran claridad y los utiliza para mostrar con contundencia las trampas y encubrimientos de las diabólicas "historias oficiales", preparadas por las policías y mantenidas por los tribunales, en el marco de la nefasta "guerra contra la delincuencia". Desde el entendimiento cabal de la política represiva, que atrapa invariable y mayoritariamente a los integrantes de grupos sociales desfavorecidos, permite replantear la búsqueda de la libertad, que no está dada ni mucho menos y que hay que ganarla y defenderla cada día.
Ricardo Canaletti, periodista de TN-Canal 13.
Esta realidad, cuyas consecuencias sufren con mayor crudeza los más humildes, los que no bajan la cabeza, los jóvenes y todos aquellos que tienen la desgracia de cruzarse con un uniforme en el momento equivocado, es la que revela este libro. María del Carmen Verdú hace una disección apasionada de esa historia que jamás nos enseñarán en la escuela, de esos hechos que pocas veces se demuestran en los tribunales (ya que el sistema tiene sus propios anticuerpos contra la verdad) y que sólo ocasionalmente se filtran en los medios. Si uno sospecha que por algo será que la policía es lo que es, si uno presume que algo habrán hecho esos hombres de azul, aquí están las pruebas.
Rolando Barbano, periodista del diario Clarín.
Ya desde el título, el libro “Represión en democracia” pone el dedo en la llaga sobre uno de los problemas más graves de nuestra República, confesadamente alineada entre los países que se autotitulan “democráticos”. El esforzado trabajo de la autora María del Carmen Verdú, que prácticamente agota el relato y análisis de los principales hechos criminales contra ciudadanos, cometidos por efectivos de las fuerzas policiales -institución destinada a su protección-, incluye importantes conclusiones tendientes a una más real y perfecta democracia republicana. La inclusión en el título del concepto “democracia”, como el de “represión” asociada a aquél, además de su pertinencia destacada por la autora, devela lo problemático del carácter democrático de nuestra sociedad. El libro contiene riqueza casuística, importantes conclusiones y esbozo de una problemática que merece la invalorable dedicación demostrada por la autora.
Marcelo Orlando, periodista de Radio América.
Organizan:
Socialismo Libertario La Matanza
Frente Popular Darío Santillán La Matanza
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